Gremios de artesanos

La ciudad medieval se convirtió en un centro de producción de objetos manufacturados. Los artesanos de un mismo oficio se agrupaban en calles que recibían el nombre de su actividad.

El trabajo artesanal se realizaba en pequeños talleres cuyo propietario era el maestro artesano. El artesano habitaba una casa que era al mismo tiempo taller y vivienda, y que se abría al exterior para exponer y vender sus productos.
casa taller artesano
Los artesanos de cada ciudad se organizaban en gremios por oficios para protegerse de la competencia de los artesanos de otros lugares y para supervisar la producción. Entre sus objetivos estaban conseguir un equilibrio entre la demanda de obras y el número de talleres activos, garantizar el trabajo a sus asociados, mejorar su bienestar económico y los sistemas y técnicas de aprendizaje del oficio. En cierto modo, los gremios fueron un precedente de los colegios profesionales y de los sindicatos modernos que agrupan a individuos de la misma profesión.

Dentro del gremio existía una organización jerárquica:
1-Maestro
2-Oficial
3-Aprendiz

El gremio se ocupaba de mantener el cumplimiento de una serie de normas: nadie podía realizar su oficio en una ciudad sin su permiso y todos los artesanos debían trabajar las mismas horas y utilizar el mismo tipo de herramientas. Además controlaba la calidad y la cantidad de los artículos que se producían y fijaban su precio final.

El gremio se ocupaba de:

Suministro de materiales.
Supervisión de la producción.
Control de los contratos.
Control del número de talleres.

Los aprendices eran la parte inferior del escalafón y puerta de ingreso al gremio.

La formación se verificaba a través de la firma de un “contrato de aprendizaje”, documento de naturaleza jurídica donde intervenían un maestro que se comprometía a enseñar y un joven que quería aprender. Los contratos tenían las siguientes cláusulas:
Duración: de 4 a 6 años.
Edad del aprendiz: 12-14 años.
Compromisos del aprendiz:
Obedecer al maestro.
Acudir al obrador todos los días.
No ausentarse
Guardar fidelidad al maestro.
Compromiso del maestro:
Manutención del discípulo.
Adiestrarlo y enseñarle el oficio.
Darle cierta compensación económica.
Compromiso del padre o tutor: responder jurídicamente de los actos del aprendiz.
Finalización del contrato:
Al terminar el plazo establecido.
Por muerte o enfermedad de una de las partes.
De mutuo acuerdo.

Los oficiales constituían el peldaño intermedio del escalafón. Se trataba de una categoría no muy bien definida en la que se maduraba y adquiría perfección en el oficio. No tenía tiempo fijo de duración, generalmente la mitad del período de aprendizaje, pero era mejor su posición jurídica, con todos los derechos y deberes.

Los maestros eran la categoría superior de la estructura gremial a la que se accedía tras la superación de examen, una prueba práctica, lo que daba la posibilidad de abrir taller propio, contratar obras o de establecer formas de comercialización.

1 comentario

  1. yener said,

    agosto 8, 2018 a 12:51 am

    buen aporte


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